Te acercas a un rincón de la plaza y te encuentras con los tonos de una canción que recuerdas desde la infancia. En las manos una guitarra y en la voz de Gregorio Machín, mentiras cantadas y contadas.
Pini Hernández nos presenta un pulpo de cinco tentáculos y no sabemos qué ha pasado con los tres que le faltan. Los niños enseguida dan rienda a su imaginación, atentos a la historia y deseosos de conocer la razón.
Fernando Elías nos hace vibrar con sus historias, un contador de cuentos sin barreras que llegan a sordos y oyentes de la igual manera, de esa manera en la que todos sentimos y vivimos un cuento.
Según Fabio González, las mañanas de sol son las que les gustan a los cuentos, cuentos de gatos de dos colas, una larga y peluda para el día, y otra pequeña y luminosa para la noche.
Jugando a ser niños con las sonrisas de entonces, observando a Laura Escuela escenificar la aventura de una pequeña mosca, en su afán de tomar una ducha en la taza de un wáter.