El Festival Internacional del Cuento sigue dejando estampas únicas en diferentes localizaciones de Los Silos. A las historias narradas en la Cueva de Eufrasio, en la Casita de Papel o en los Lavaderos de Susana, se ha sumado este 8 de diciembre Pina.

En las mismísimas puertas del Parque Rural de Teno, a los pies del Monte del Agua y ante la atenta mirada de la casa del Caudal, las palabras y la música bailaron durante una hora en plena naturaleza.

Fue un acto inspirado en el realizado este año en Segura de la Sierra, en Jaén, dentro del Festival Música en Segura. Su director, Daniel Broncano, presenció allí mismo su desarrollo, a kilómetros del lugar donde lo concibió.

Ernesto Rodríguez Abad y Antonio Jaster, junto con Fuoco Quartet, pusieron sonido a los primeros rayos de sol en Los Silos. Piezas de música clásica se intercalaron con poemas de Lope de Vega. «Los españoles no le hemos dado al Siglo de Oro la importancia que se merece», dijo Rodríguez Abad, quien se comprometió con el público a dedicar el espectáculo del próximo año —porque habrá una nueva edición— a Calderón de la Barca.

También hubo oportunidad de escuchar a José Zorrilla con uno de los fragmentos más populares de Don Juan Tenorio y al poeta canario Nicolás Estévaneza, con quien se abrió y cerró la actuación, y cuyos versos sobre el paisaje de las islas parecían sacados del escenario improvisado en el que se convirtió el canal de agua a su paso por Pina.

Sí, Pina entró este viernes en la historia grande del Festival Internacional del Cuento de Los Silos. Un paraíso más para añadir a la lista.